jueves, 11 de junio de 2009

LINUX, UNA HISTORIA TRISTE...CON FINAL FELIZ!!!



Linux, una historia triste con un final feliz.

No sabía cómo empezar a explicar la historia de Linux, así que lo haré cronológicamente, tal y como la hemos vivido.

Fue el mes de febrero pasado cuando me llamó una amiga, Mari Madueño, a la que muchos de vosotros conocéis. Tenía un S.O.S: un gato que dio en adopción hace dos años necesitaba un hogar, porque su dueña había encontrado pareja, se iba a vivir con él, y él no quería a los gatos en casa. Tenía dos gatos, una siamesa de pelo largo que se quedó una familiar que vivía en Mallorca, y Linux.

Lo que le extrañó mucho a Mari fueron dos cosas: el gatito que dio en adopción hace dos años era muy cariñoso, y le encantaba jugar con la gente. Ya sabéis que hay gatos que confían más en las personas que otros, y Linux era de los que le encantaban las personas. Tenía fotos de cuando era pequeño que lo demostraban. Sin embargo, ahora no dejaba que nadie lo tocara. No era agresivo, sencillamente se ponía a temblar y “bufaba”, pero aunque intentaras tocarle (y yo me arriesgué muchas veces cuando estaba en un rincón), nunca arañó ni mordió a nadie. La otra cosa que le llamó la atención es que le falta parte de la cola, tiene un muñón a media cola. No sabemos si tiene relación el maltrato con esto, pero nos da muy mala espina. Mari no recuerda que le faltara la cola, y estas cosas se recuerdan. En las fotos de cuando era pequeño tampoco hemos conseguido verla…

Con el paso de los días, nos enteramos de más cosas. La gata siamesa que facturaron en el aeropuerto pesaba, con transportín incluido, poco más de tres quilos. Y, por lo visto, el terror de Linux para con las personas tenía una razón: su dueña solía hacer “fiestas” en casa, y en una de ellas pasó “algo” que hizo que, a partir de entonces, no dejara que nadie se acercara. Se volvió tímido y temblaba cada vez que alguien intentaba tocarlo. Todo esto lo supimos por una amiga de la antigua dueña, pero no hemos tenido más información.

Pero como lo que importa no es el pasado, que ya no tiene arreglo, vamos al presente. Estuve dos meses intentando acercarme a él, pero no lo conseguía. Sin embargo, sí se hizo compañero de uno de mis gatos, un gato enorme (pesa más de 8 quilos) y tranquilo que es el rey de la casa. Como podéis ver en la foto, duermen juntos muchas veces.

Con mi otra gata no se lleva tan bien, y eso que él lo sigue intentando, le hace “cabezaditas” y la lame cuando duerme, pero ella es muy especial, y va conmigo a todas partes, supongo que le tiene celos, porque si puede, no le deja acercarse a mi…podéis ver en la foto de Linux en primer plano los arañazos que tiene en la nariz ;-)

Finalmente, como lo más importante era conseguir que las personas no fuéramos motivo de miedo, vino a casa Jordi, el educador de gatos. Me enseñó la técnica para que percibiera que nadie iba a hacerle daño, para que se dejara acariciar, y nos recetó “sesiones largas de caricias y mimos”. Y eso hemos hecho, tanto mi pareja como yo (y mi gato Shiro, sin saberlo, también). Ahora se deja acariciar, con precauciones, se sienta con nosotros en el sofá, y nos persigue por toda la casa. No puedes acercarte bruscamente a él, pero cuando te ve por la mañana, por ejemplo, que te acabas de levantar de la cama, se pone delante de ti, comienza a ronronear y se sienta en el suelo para que lo acaricies. Eso sí, le gusta ponerse de espaldas, seguramente para no vernos demasiado.

Linux necesita un hogar, una familia para siempre. Nosotros no podemos tenerlo más tiempo, tenemos siempre urgencias en la Protectora, y Linux está ahora prácticamente recuperado. Tampoco es bueno que siga con nosotros, porque lo ideal es que ahora encuentre un hogar definitivo.

¿Qué tipo de familia buscamos para él? Lo ideal sería que fuera una familia sin niños, porque aún le asustan los ruidos fuertes. Sería el compañero ideal para un gato viejito, o una persona mayor. Es muy tranquilo, no corretea por la casa ni se sube a los muebles.No va a arañar ni a romper nada. Le encanta estar en compañía, por eso nos sigue a todas partes, incluso cuando vamos al baño se queda en la puerta mirando!

Está esterilizado, lleva microchip y yo lo encuentro muy guapo! En las fotos podéis verlo, es el de color rubio y blanco, y tiene unos ojos preciosos, ahora que se atreve a mirarnos.

Cuando haya alguien que crea que puede ser la familia que está buscando, puede venir a visitarlo a mi casa, y puede contar conmigo para el periodo de adaptación. También me comprometo a costear la primera visita del etólogo, para que al futuro adoptante le de instrucciones y le enseñe las técnicas para ganarse su confianza.

Podéis contactar con carmeglez@msn.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario